Tendencia mundial en la compra sostenible de productos forestales
La extracción y comercio ilegal de madera desvirtúan los esfuerzos de los países por alcanzar un verdadero desarrollo sostenible. A raíz de esta situación, gobiernos en países desarrollados, además de algunas organizaciones y asociaciones empresariales, están creando mecanismos para apoyar a compradores en el abastecimiento de productos forestales provenientes de fuentes sostenibles.
Introducción
Los países proveedores de materia prima son quienes sufren las mayores consecuencias de la extracción y comercio ilegal de productos forestales. Son estos quienes sufren la degradación en la calidad productiva de sus bosques, la destrucción de hábitats de especies en peligro de extinción, y pone en desventaja competitiva dentro de su propio territorio a los productores que cosechan los bosques de manera
sostenible. Los costos económicos, ambientales y sociales en estos territorios son significativos, especialmente si se considera que más de 13 millones de personas en el mundo trabajan de manera formal en el sector forestal. Empresas en la industria forestal de Europa, EE.UU. y otros países de rápido crecimiento como China, más recientemente han recibido presión, no solamente por parte de los gobiernos y de organizaciones ambientalistas como solía ser común, pero ahora también reciben presión de sus propias asociaciones, cámaras de comercio, de sus inversionistas, y de forma importante, de sus propios compradores a lo largo de la cadena, incluyendo consumidores finales.
Tanto a nivel nacional como internacional muchos esfuerzos se están haciendo para revertir esta situación. Un instrumento en esta dirección es la certificación forestal, y aunque el área certificada de bosques a nivel mundial alcanzó 292 millones de hectáreas a mediados del 2007, esta área solamente representa un 8.3 por ciento de toda la cobertura boscosa mundial. Tres factores clave que están estimulando una fuerte tendencia en la compra sostenible de productos forestales son presentados en la siguiente sección: (a) Transcendencia del efecto humano sobre el cambio climático; (b) Incremento en la demanda mundial de insumos naturales y energéticos; y (c) Tendencia mundial en el diseño y construcción de edificaciones sostenibles. Al final, se presentan ejemplos de algunas guías que están siendo promocionadas para apoyar a compradores en el abastecimiento de fuentes sostenibles, y se presentan también, algunas de las principales implicaciones para los productores forestales.
Principales factores que crean una tendencia en la compra sostenible de productos forestales
Los tres factores que se discuten brevemente a continuación permiten entender desde distintitos niveles la atención que el sector forestal continuará recibiendo durante las próximas décadas. A nivel global hay un aumento en el consenso sobre los efectos del hombre sobre el cambio climático y el rol de los bosques. A nivel de países existen una creciente demanda de productos provenientes de los bosques, y a nivel de industria, las empresas forestales continuarán adaptando sus estratégicas para minimizar el impacto ambiental y social de sus operaciones.
(a) Trascendencia del efecto humano sobre el cambio climático
El debate científico y político centrado en el papel de la humanidad sobre los efectos en el cambio climático ha quedado en el pasado. Durante muchos años se dudaba si el incremento en las concentraciones en la atmósfera de gases de efecto invernadero eran producto de ciclos naturales de la tierra o producto del acelerado desarrollo industrial. A raíz de múltiples investigaciones, científicos en todo el mundo agrupados a través del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) han reportado en su último informe presentado en febrero del 2007 que con un 95% de probabilidad, el aumento en las concentraciones de carbono equivalente en la atmósfera son producto del desarrollo industrial y no por causas naturales.
El uso de combustibles fósiles y el cambio en el uso del suelo están entre las principales actividades que aumentan las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera. El uso de combustibles fósiles ha sido clave para el desarrollo industrial, tanto para la generación de electricidad y calor, como también en el sector de transportes. A pesar de que el desarrollo industrial ha sido la principal causa en el aumento de emisiones de carbono, en el Hemisferio Sur las contribuciones por el cambio en el uso del suelo son significativas. De acuerdo con datos de la FAO, entre 1990-2005 se deforestaron en el mundo 13 millones de hectáreas por año, las cuales se estima que produjeron durante los 90s un promedio de 5.8 GtCO2-equiv/año. Aunque la liberación de emisiones de carbono equivalente es el principal factor que aqueja esta problemática, otros efectos como cambios en la cantidad y calidad del agua, o pérdida de la biodiversidad, también ejercen presión, cada vez con mayor fuerza, sobre la necesidad de crear políticas y mecanismos para el uso apropiado o protección de tierras bajo uso agrícola o cobertura forestal.
(b) Incremento en la demanda mundial de insumos naturales y energéticos
La demanda mundial de recursos naturales y energéticos ha alcanzado niveles sin precedentes, especialmente por el rápido crecimiento de economías como China o India, en las cuales el crecimiento anual se ha mantenido durante varios años cerca del 10%. De acuerdo con la Agencia Internacional de Energía en su más reciente reporte , si los gobiernos mantienen sus políticas actuales, el consumo energético mundial aumentará en un 55% entre el 2005 y el 2030. Las tendencias indican que los países en desarrollo contribuirán en tres cuartas partes a este incremento, requiriendo más del 50% de la energía total en el año 2030, comparado con 41% hoy en día. Otros países como Brasil, Rusia, Indonesia, se suman a este grupo de crecientes economías, y precisamente, son estas mismas quienes conforman las zonas más pobladas de la tierra.
El crecimiento económico y la demanda energética van de la mano. De igual manera, este crecimiento económico ha permitido a un mayor número de consumidores aumentar su capacidad de compra, lo cual ha aumentado la demanda de recursos naturales provenientes de bosques, incluyendo madera y papel. China por ejemplo, rápidamente se ha convertido en el mayor importador en el mundo de madera en rollo. Por otro lado, los países desarrollados también han puesto su mirada en los productos agrícolas y forestales como fuentes de energía renovables, recreando mayor presión sobre las tierras bajo cobertura boscosa. Es así como las políticas enfocadas al reemplazo en el uso de combustibles fósiles, incluyendo el desarrollo de biocombustibles, traen consigo una serie de desafíos, que una vez más requerirán sistemas que aseguren que estos recursos forestales sean aprovechados bajo prácticas sostenibles.
(c) Tendencia mundial en el diseño y construcción de edificaciones sostenibles
Desde el punto de vista de mercado, el principal uso de la madera que se comercializa en el mundo tiene como destino la industria de la construcción, principalmente en EEUU y Europa. Se estima que en EEUU la industria de la construcción consume en promedio un 39% de toda la energía del país, produciendo alrededor del 38% de las emisiones de dióxido de carbono . Debido a la fuerte presión por asegurarse que las construcciones sean energéticamente eficientes y utilicen materias primas ambientalmente preferibles, diferentes programas de certificación de construcciones sostenibles han incursionado rápidamente en el mercado. El primero de estos llamado el Método de Evaluación Ambiental de Edificios (BREEAM) se originó en el Reino Unido en 1990 y pocos años después, en 1998, el sistema de certificación LEED® (Liderazgo en Diseño Energético y Ambiental, por sus siglas en inglés) fue introducido por el Consejo Estadounidense de Construcciones Sostenibles (USGCC). De manera más reciente, la Iniciativa para la Construcción Sostenible (GBI) lanzó en el año 2005 el programa Green Globes® adaptando la versión canadiense de BREEAM para entrar al mercado estadounidense. Estos programas en sus especificaciones dan preferencia a madera proveniente de áreas certificadas, lo cual está forzando a clientes, diseñadores y contratistas en la industria de la construcción adoptar nuevas políticas internas para la compra de productos forestales.
Políticas de compra para el abastecimiento de fuentes sostenibles
Novedosas políticas de compra por parte de los mismos gobiernos, y políticas de responsabilidad social o ambiental por parte de las empresas o asociaciones industriales, son parte de los recientes instrumentos que han surgido para asegurar la legalidad y sostenibilidad de las fuentes de productos forestales. La Comunidad Europea en el año 2005 adoptó una regulación llamada el Plan de Acción sobre aplicación de leyes, gobernabilidad y comercio forestales (FLEGT) , considerada como un primer paso para abordar de manera urgente la tala ilegal y el comercio consecuente. De manera similar, el Congreso de los Estados Unidos en marzo del 2007 introdujo por primera vez en la historia, una legislación que pretende bloquear importaciones de productos de bosque provenientes de fuentes ilegales .
Por su parte, distintas organizaciones ambientales y empresariales a través de campañas publicitarias o guías específicas están incentivando estas prácticas. Hace un año, el Fondo Mundial de la Naturaleza (WWF) publicó el documento “Keep it Legal” (Manténgalo Legal) que tiene como objetivo mantener fuera de la cadena de producción madera de origen ilegal. En octubre del 2007, el Consejo Mundial de Empresas para el Desarrollo Sostenible (WBCSD) y el Instituto Mundial de Recursos (WRI) lanzaron en Ginebra, Suiza, la guía titulada “Compra sostenible de productos de madera y papel: Una introducción”, diseñada específicamente para apoyar a que gerentes y compradores puedan ejecutar esta función de una manera más sostenible. La guía está diseña como una herramienta de información que ayuda a los clientes a desarrollar sus propias políticas sostenibles, y pretende ser un instrumento de apoyo en la toma de decisiones proporcionando información de manera simple y clara sobre cómo llevar a cabo la compra de productos forestales. La información está organizada en diez preguntas claves, bajo tres áreas temáticas, incluyendo aspectos legales, ambientales, y sociales a saber:
Aspectos Legales
1. Origen, ¿De dónde provienen los productos?
2. Exactitud de la información, ¿Es la información sobre los productos creíble y verificable?
3. Legalidad, ¿Han sido los productos desarrollados legalmente?
Aspectos Ambientales
4. Sostenibilidad, ¿Han sido los bosques manejados de manera sostenible?
5. Lugares especiales, ¿Los lugares especiales, incluyendo ecosistemas sensibles, han sido protegidos?
6. Cambio climático, ¿Han sido considerados aspectos de cambio climático?
7. Protección del medio ambiente, ¿Han sido aplicados controles de protección al medio ambiente?
8. Reciclaje de fibra, ¿Ha sido utilizada apropiadamente la fibra reciclada?
9. Otros recursos, ¿Han sido otros recursos utilizados apropiadamente?
Aspectos Sociales
10. Comunidades locales e indígenas, ¿Se han considerado apropiadamente las necesidades de las comunidades locales e indígenas?
Instrumentos de este tipo tienen un alcance potencial a lo largo de toda la cadena productiva, incluyendo los productores forestales, las comunidades rurales donde se encuentran los bosques, la industria de procesamiento primario y secundario, y los compradores o usuarios finales.
En conclusión, los pronósticos apuntan a una mayor demanda de productos del bosque proveniente de fuentes sostenibles. El impacto de la humanidad sobre el clima, el aumento en la capacidad de compra de productos forestales por parte de las economías emergentes, y las nuevas tendencias en edificaciones sostenibles, son solamente algunos de los indicadores que apuntan hacia una mayor demanda de productos forestales provenientes de fuentes sostenibles. Aunque los gobiernos están tomando acciones para lograr un mayor control del comercio ilegal de productos provenientes del bosque, es interesante notar que las mismas industrias, de manera voluntaria, están creando sus propios mecanismos para asegurarse que estos objetivos sean alcanzados. Tradicionalmente los productos bajo mayor escrutinio han sido madera y papel, no obstante la demanda de materia prima para la producción de biocombustibles, promete traer consigo nuevos desafíos y oportunidades, especialmente en el desarrollo de alianzas estratégicas con la industria energética.
Autor: Dr. Sergio A. Molina Murillo
Instituto de Desarrollo Gerencial de Productos Forestales, Universidad de Minnesota